
El 8 de octubre del 2008 Alfonso Portillo, ex presidente de Guatemala, quien estuvo en México durante cuatro años prófugo de la justicia —antes también fue fugitivo de la justicia mexicana, fue extraditado, pero en menos de dos horas lo dejaron en libertad, luego de que el juez Julio Jerónimo lo beneficiara con una fianza de un millón de quetzales. Portillo fue devuelto a Guatemala sindicado de un desfalco al Ejército, por 120 millones de quetzales, 30 de los cuales llegaron a empresas de su amigo Armando Llort, en ese entonces presidente del Crédito Hipotecario Nacional, hoy, una pieza clave para iniciar, en serio, un juicio que rompa la impunidad que lo ha protegido.
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