Unos dos mil campesinos provenientes de comunidades de Huehuetenango, Sololá y Jutiapa (occidente, centro y oriente) se movilizaron el miércoles (25) hacia la capital como medida de presión para demandar al Estado dos asuntos urgentes para el país: una ley de desarrollo rural que recoja los aportes del movimiento social y el rechazo a una legislación minera que pone en peligro la vida de familias campesinas e indígenas.
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